El dolor en la zona lumbar, que se concentra en la zona del hígado, y las náuseas pueden ser síntomas de daño hepático o enfermedad hepática. Sin embargo, los dolores de pecho no son algo que normalmente se asocie con daño hepático. Cualquier síntoma, en particular los que incluyen dolores en el pecho, debe ser examinado por un médico. La única forma de determinar realmente de qué podrían ser un signo los síntomas es que un profesional los diagnostique. Si los síntomas han durado un tiempo inusualmente largo o han empeorado, busque consejo lo antes posible.
- Síntomas vagos de daño hepático.
Algunos de los síntomas vagos de daño hepático que se pueden sufrir incluyen algo de dolor en el hígado o en la espalda baja, una sensación general de mala salud y fatiga, pérdida de apetito y sensación de malestar o náuseas. Este último se experimenta normalmente por las mañanas y puede ir acompañado de diarrea.
- Síntomas específicos de daño hepático.
Cualquiera que sufra los siguientes síntomas puede que ya tenga un daño hepático grave debido a hepatitis alcohólica o cirrosis. Estos síntomas incluyen ojos amarillos o piel amarilla, vómitos con sangre, heces de color negro oscuro, pérdida significativa de peso y períodos de confusión o pérdida de memoria.
Un médico que busca signos de daño hepático también puede buscar los siguientes síntomas: hígado tierno y firme, palmas rojas y moteadas, uñas parcialmente blancas, adelgazamiento del cabello, abdomen hinchado, agrandamiento de los senos masculinos y debilidad y atrofia de los músculos. . El médico también puede preguntarle al paciente sobre cualquier problema relacionado con la bebida que afecte las relaciones familiares, el trabajo, los problemas económicos o que genere problemas con la policía.
Los síntomas enumerados en su problema podrían ser un signo de daño hepático, pero como son razonablemente vagos, también es posible que sean un indicio de un problema diferente. Un médico podrá asesorar mejor sobre la situación.