Sandra
Cada vez que llega un nuevo año a la vida de una persona, ella toma nuevas decisiones. Ella toma en cuenta su acción durante el año pasado y le asigna un programador para el Año Nuevo. Elizabeth Sewell nos cuenta en este breve poema acerca de las resoluciones que ha tomado para el Año Nuevo. Estas son resoluciones muy sólidas y sólidas que ha hecho.
Elizabeth Sewell hace nuevos propósitos con la llegada del Año Nuevo. Estas son intenciones valiosas y dignas. Ella siente que ha hablado lo suficiente en su vida, por lo que estaría en silencio la mayor parte del tiempo. Tiene que llegar a comprender la importancia de la vieja máxima: "El silencio es oro". Esa es su primera determinación.
La segunda determinación de la poetisa es pensar profundamente en su identidad y en sí misma. Ella seguiría pensando "dos veces" al día; ella lo tendría en mente continuamente en cuanto a quién es ella y cuál es su lugar en este universo.
La tercera resolución que toma es enfrentarse a la realidad de la vida desnuda y abierta. Se sentiría cómoda "incluso" en los brazos huesudos de "Reality" por la noche. Saldría de su fantasía e imaginación. Dejaría de construir castillos en el aire y comenzaría a enfrentarse a la realidad en todo su frío y calor, viento y tormenta, espeso y delgado.