Tate
Este hermoso poema de Emily Bronte es de naturaleza autobiográfica. Expresa una experiencia muy personal de soledad y privación. También muestra una indiferencia despiadada de las personas hacia sus semejantes. Compartimos sus sentimientos, cuando se culpa a sí misma por su dolor y miseria.
Emily Bronte dice que desde su nacimiento ha llevado una vida muy solitaria y descuidada. Nadie ha compartido jamás sus alegrías ni sus penas. Ella piensa que es tan desafortunada que incluso su muerte no hará que nadie derrame una lágrima por ella. La felicidad nunca llamó a la puerta. Estaba tan sola y sin amigos en su juventud como en su cumpleaños. Ahora ha atravesado los días de ensueño de una juventud ambiciosa. Ella admite que su vida ha sido muy triste y encanta menos. Estaba tan hambrienta de amor que anhelaba que cualquier hombre la quisiera. Pero allí nuevamente se encontró con la decepción porque no logró encender la llama del amor en ningún corazón. Ahora su juventud se ha desvanecido y la pasión del amor también ha muerto. Su constante fracaso para cambiar las cosas a su favor la frustraba más allá de toda esperanza e imaginación.
Cuando Emily analizó la situación, se sorprendió al saber que todos los seres humanos carecían de verdad y sinceridad. Todos eran egoístas y huecos. Ella sondeó más y se sorprendió al encontrar el mismo mal que también dominaba su propia mente. La poetisa es lo suficientemente honesta y franca como para decir que otros no fueron totalmente responsables de su dolor y tortura y que ella misma es igualmente culpable. Este descubrimiento reduce su dolor y dolor. Aprende que no hay utopía en este mundo y que nadie es perfecto.