Eliseo
Una economía planificada es aquella en la que el gobierno o el estado tiene control total sobre todos los aspectos de la economía, desde la obtención y asignación de recursos a la producción, los precios y la distribución. Este tipo de economía puede tener un efecto estabilizador porque no hay fluctuaciones, pero también tiene implicaciones negativas, como no poder moverse con los tiempos y no poder manejar ningún cambio. Esta forma de dictadura tampoco preocupa al consumidor: todo es lo que es, y si a alguien no le gusta, no tiene sentido votar con los pies y llevar su costumbre a otra parte como lo haría en una economía libre o mixta. porque nada cambia.
Los mercados libres y las economías mixtas significan que el consumidor es el rey, o la reina, porque puede controlar dónde gasta su dólar, y si no le gusta el producto o el servicio que está recibiendo, puede quejarse, y si eso no resuelve el problema, van a otro lugar. Esto significa que los productores de bienes y servicios están obligados a intentar complacer al consumidor porque su éxito depende de ello.
Hay quienes sostienen que las presiones de marketing han contribuido en gran medida a eliminar la elección individual porque todos estamos subliminalmente controlados por la publicidad casi con tanta fuerza como por los dictados de una economía planificada. Esto está abierto a debate, pero en última instancia, el consumidor aún puede elegir lo que compra y, por lo tanto, es rey o reina.
Un socio de empresa conjunta de una economía planificada tendría grandes dificultades para comprender esta noción porque es totalmente ajena al sistema de economía que defienden.