La Ley de TARJETAS de crédito de 2010 requiere que los emisores consideren los ingresos del solicitante, según lo estimado por las agencias de crédito, al considerar la aprobación de la tarjeta de crédito. Esta disposición de la Ley CARD, que entró en vigor el 22 de febrero de 2010, marcó el comienzo de una nueva era de préstamos más estrictos y regulaciones más estrictas sobre el crédito al consumo que ayuda a disuadir las prácticas crediticias laxas que alimentaron la crisis financiera.
Las tres grandes agencias de crédito estiman los ingresos de los consumidores en función de la información del informe crediticio, como el límite de crédito del consumidor y el tamaño de la hipoteca. A su vez, los emisores deben considerar los ingresos de los solicitantes potenciales, así como la deuda pendiente, la capacidad de pago y los activos, antes de aprobar una nueva tarjeta de crédito. Es posible que los puntajes crediticios ya no sean el factor clave en las decisiones crediticias futuras de los prestamistas.
fuente: Creditkarma.com