Los metales son maleables, lo que significa que se pueden doblar y moldear. Esto se debe a que están formados por capas de átomos. Las capas pueden deslizarse unas sobre otras cuando se doblan, se martillan o se estiran. Los metales pueden romperse. Pruébelo: doble una percha de alambre en el mismo lugar con frecuencia, y la unión se fatigará y la percha se romperá.
Para una explicación más completa: