Un ataque pasivo es un evento o incidente de seguridad de la información basado en el monitoreo o escaneo de comunicaciones, flujos de información o sistemas. En algunos casos, los ataques pasivos son difíciles de detectar porque simplemente monitorean en lugar de intentar ingresar a un sistema. Los siguientes son ejemplos ilustrativos.
Supervisión de comunicaciones no cifradas, como correos electrónicos o llamadas telefónicas (escuchas clandestinas).
Cifrado: interceptar los flujos de información cifrada y tratar de romper el cifrado, como un ataque de fuerza bruta .
Escaneo
Escaneo de un dispositivo conectado a Internet en busca de vulnerabilidades como puertos abiertos o una versión débil del sistema operativo.
Análisis de tráfico
Monitoreo del tráfico de Internet para generar datos como quién visita qué sitio web.