Faye
Cultivos genéticamente modificados: buenos para producir cultivos resistentes a la sequía y las enfermedades que aumentarán la producción de alimentos; malo porque nadie conoce los efectos del consumo a largo plazo de cultivos transgénicos.
Terapia génica: buena para tratar enfermedades que se deben a defectos genéticos que de otro modo no se pueden tratar con la terapia convencional (o que no son prácticas por diversas razones); malo porque la misma tecnología se puede utilizar para modificar otros genes, dando lugar a problemas éticos y morales que la sociedad no tiene la capacidad de abordar en la actualidad.