Según NICE, las personas a las que se les diagnostica un problema crónico de salud física como la diabetes tienen 3 veces más probabilidades de ser diagnosticadas con depresión que las personas que no la padecen.
La depresión puede tener un impacto grave en el bienestar de una persona y en su capacidad y motivación para autocontrolar su enfermedad.
La depresión es el trastorno psiquiátrico más común en la comunidad diabética.
Las personas con diabetes que padecen depresión tienen un mayor riesgo de sufrir un episodio de agotamiento diabético que, en conjunto, puede tener efectos adversos sobre la salud física y potencialmente provocar complicaciones a más largo plazo, tanto relacionadas con la diabetes como independientemente de la afección.
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