Uno de los principales propósitos del entrenamiento básico es ver cómo los reclutas manejan el estrés que está destinado a reemplazar el estrés real del combate. Es por eso que los instructores gritan y actúan como si odiaran a los reclutas. Si su prometido no puede soportar que le griten de cerca y personalmente, sería responsable que lo descalificaran, pero aún es posible que tomen la decisión de permitir que lo reciclen y lo coloquen en otra unidad.