Opción 1: Confrontación
La primera opción, por supuesto, es confrontarla. Pregúntale desde el principio qué está pasando exactamente. Eres su hija, tienes curiosidad por el tema y tienes todo el derecho a saberlo. Acércate a ella como lo haría un adulto, para que se sienta más inclinada a hablarte abiertamente al respecto (no tengo idea de cómo es tu relación con tu madre). Recomiendo encarecidamente esta opción.
Opción 2: excave por su cuenta
Realmente no recomiendo esto, pero si realmente estás apretando los dientes tratando de averiguar qué está pasando, entonces sigue adelante y excava a tu alrededor. Revise cartas, mensajes de texto, correos electrónicos, llamadas telefónicas y cualquier cosa por el estilo. Una vez más, ¡no estoy perdonando esto!
Opción 3: Enfréntate al hombre de la relación
Otra opción muy válida sería asumir una forma de contacto con el otro individuo de la relación y confrontar a esa persona. Dígales cómo se siente y sea amable. Asegúrese de que sepan que usted no es hostil y simplemente quieren hacer preguntas. Es un paso apropiado a dar.
Realmente espero que todo esto funcione. Si necesita algo, no dude en enviarme un correo electrónico.
-Noé