Por lo general, un gato que estornuda no es motivo de preocupación, al igual que ocurre con los humanos. Sin embargo, si su mascota estornuda con frecuencia, sería aconsejable que la llevara al veterinario, quien puede realizar un examen más detallado y completo.
El veterinario realizará pruebas y puede tomar un cultivo de la boca, garganta, ojos o nariz de su gato para enviarlo al laboratorio.
Esta prueba determinará la naturaleza de cualquier infección y su gravedad.
Mi gato estornuda mucho. ¿Qué está mal?
Numerosos problemas pueden hacer que su gato estornude, pero estos son algunos de los más comunes:
- Infección respiratoria: pueden ser virales, bacterianas o fúngicas, y los síntomas son similares a los de un resfriado común en los seres humanos. Este tipo de infección es común en los gatitos, pero se puede prevenir con las vacunas del veterinario.
- Virus del herpes felino: los gatos pueden contraer herpes (al igual que los humanos), y esto puede contagiarse de otros gatos. También puede brotar debido al estrés.
- Calcivirus felino: esta afección ataca la boca y los pulmones del animal. Puede hacer que tu gato estornude mucho.