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Hay algunas posibles causas de estos síntomas. Una puede ser que el músculo no se haya curado completamente después de lesionarlo. El otro es un poco más grave y puede deberse a problemas de circulación.
Si recientemente se lesionó la pantorrilla a través de un desgarro en el músculo, es posible que el tejido cicatricial que cura la lesión no sea lo suficientemente elástico y le cause dolor. A veces, el tejido cicatricial es demasiado corto y causaría mucho dolor cada vez que se estira, ya que no es flexible.
Una buena idea sería intentar tomar algunas pastillas antiinflamatorias para ver si el dolor desaparece. Lo mejor que puede hacer si sospecha que puede tener algo que ver con una lesión antigua es visitar a un fisioterapeuta o médico que se especialice en lesiones deportivas.
La otra posibilidad es que tenga claudicación intermitente, que es básicamente cualquier dolor o molestia que tenga durante actividades como arrodillarse o ponerse en cuclillas. Esto es causado por la enfermedad de las arterias periféricas, a veces conocida como enfermedad vascular periférica. En esta condición, sus músculos no pueden obtener suficiente oxígeno debido a que la circulación sanguínea está bloqueada o restringida en las arterias. Esto también explicaría la debilidad en su brazo.
La aterosclerosis es el endurecimiento de las arterias y es una causa de enfermedad vascular periférica. Esto generalmente es provocado por diabetes, factores de riesgo genéticos, presión arterial alta, una dieta alta en grasas, obesidad, niveles altos de colesterol en sangre y tabaquismo. Debe ir a ver a un médico lo antes posible para aclarar la causa de sus síntomas, ya que la aterosclerosis es una de las principales causas de enfermedad y muerte. No hay nada mejor que un examen profesional para diagnosticar cualquier problema que pueda tener.