Sí, la pseudomonas es contagiosa pero dependerá del sistema inmunológico de una persona. Si desea protegerse de la adquisición de pseudomonas, debe fortalecer su sistema inmunológico y tomar muchas vitaminas.
- Pseudomonas se refiere a un tipo de bacteria que resulta en infecciones nosocomiales, aunque este tipo de bacteria también se asocia comúnmente con adictos a las drogas.
- Las complicaciones son raras con pseudomonas y el tratamiento generalmente se realiza fácilmente. Sin embargo, para aquellos que tienen el sistema inmunológico debilitado, como los bebés, los ancianos y aquellos con enfermedades y heridas crónicas, las pseudomonas pueden resultar muy dañinas y fatales.
- Los síntomas más comunes para quienes tienen pseudomonas son infecciones de la piel como úlceras y quemaduras. Otros síntomas incluyen infecciones del tracto urinario, enfermedades diarreicas, bronquitis, meningitis, neumonía, úlceras corneales, endocartis y otros.
- Aquellos que están infectados con pseudomonas drenan una especie de líquido que se sabe que es pegajoso y se caracteriza por un pus verde azulado que generalmente forma una costra en las heridas. Los otros síntomas de los pacientes también variarán según la ubicación de la infección. Si pseudomonas infecta los pulmones, el paciente experimentará tos, escalofríos y fiebre.
- Para que los médicos diagnostiquen correctamente si uno está infectado con pseudomonas, deben adquirir y analizar un cultivo bacteriano del esputo, la orina, el líquido cefalorraquídeo y la sangre de una persona.
- Si a una persona se le ha diagnosticado la enfermedad, el tratamiento debe comenzar de inmediato con el uso de antibióticos y, a veces, una combinación de penicilina y medicamentos similares para matar las bacterias.
- Aquellos que sufren de pseudomonas deben monitorear cuidadosamente su progreso y tratamiento. Aquellos que presentan heridas también deben prestar especial atención al carácter de la herida y el esputo.
Todas las funciones renales del paciente también deben ser monitoreadas para que puedan sanar adecuadamente. Tanto los médicos como los pacientes deben practicar los métodos de saneamiento adecuados, como lavarse siempre las manos para evitar un mayor contagio de la enfermedad.