Si un niño ya ha sido diagnosticado con alguna reacción alérgica, entonces es absolutamente vital que siga una dieta controlada que garantice que el niño nunca entre en contacto con ningún alimento que pueda desencadenar una reacción.
Por ejemplo, una de las reacciones alérgicas más graves y comunes es la alergia a las nueces. Si alguien que sufre de esto realmente ingiere algo con rastros de nueces, puede tener efectos graves o potencialmente mortales.
Por lo tanto, es vital que se controle todo el contenido de nueces que pueda comer el niño. Es posible que muchos alimentos no tengan nueces en sí mismos, pero se han elaborado en una fábrica que también produce productos a base de nueces. Estos artículos deben tener un descargo de responsabilidad en el paquete que indique que pueden contener rastros de nueces debido a que se fabricaron en un lugar con otros productos de nueces.
Cuando a un niño se le diagnostica una alergia, el médico debe proporcionar mucha información sobre cómo estructurar su dieta en el futuro. Esta información debe tenerse en cuenta de inmediato y, si tiene más preguntas, debe dirigirse a un profesional médico lo antes posible. Con la dieta correcta, la alergia de un niño puede controlarse con éxito y puede llevar una vida bastante normal sin temor a una reacción.
Si un niño muestra signos de una reacción alérgica, como ojos rojos, vómitos, picazón o ardor y no se le ha diagnosticado ninguna alergia en el pasado, debe ser llevado a un médico o al hospital de inmediato. Cuanto antes se diagnostique la alergia, menor será el riesgo para el niño en el futuro.
También puede encontrar más información sobre alergias en
www.infideas.com/health/allergies/reactions.asp