Benny
La elasticidad del precio surge cuando un pequeño cambio en el precio da como resultado un cambio en la cantidad de algo, haciéndolo más abundante o más escaso. La demanda elástica ocurre cuando la necesidad de algo no es esencialmente absoluta: si alguien que quiere comprar un automóvil descubre que el precio ha subido mucho, no comprará el automóvil. Esta es la demanda elástica.
• Factores subjetivos.
Cuando un consumidor puede intercambiar proveedores de electricidad, esto influye en el criterio de demanda elástica. Esta puede ser una decisión totalmente subjetiva para el consumidor, y fuera de la capacidad de la teoría para predecir qué camino tomará.
• Elasticidad de oferta.
Si un proveedor de electricidad desea suministrar más electricidad a los consumidores, llevará tiempo construir, probar y poner en marcha una nueva planta generadora. Esto se mide por la elasticidad de la oferta, ya que a largo plazo, los precios de la electricidad siempre subirán en lugar de bajar.
• Precios de costo crecientes.
La necesidad de actualizar la tecnología para tener en cuenta la disminución de recursos como el carbón o el gas, en contraste con la necesidad de explotar nuevos recursos como la energía solar o eólica, volverá a generar problemas de costos, lo que hará subir los precios.
• Impuesto de venta.
Cuando se imponen impuestos sobre las ventas, se supone que la carga recae únicamente sobre el consumidor. En realidad, es soportado por igual por el proveedor y el consumidor, ya que la capacidad del consumidor para cambiar de proveedor dificulta que los proveedores cobren más: es más probable que se cambie a un proveedor más barato, independientemente del impuesto. Cuando la oferta es inelástica, el costo corre a cargo del consumidor, pero en épocas de oferta elástica, la carga fiscal se desplaza más hacia los vendedores como un medio para inducir a los clientes a ser abastecidos por ellos.