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La mayoría de las granjas de rosas de Ecuador están ubicadas en las regiones de Cayambe y Cotopaxi y se encuentran a una hora en automóvil desde Quito, la capital de Ecuador. La altitud es de alrededor de 10,000 y las granjas de rosas están al pie de volcanes que se elevan a más de 20,000 pies. Los campos de rosas se benefician del suelo fértil, la gran altitud y la intensa luz solar que dura hasta 12 horas al día. La ubicación cerca del ecuador hace una condición de crecimiento ideal y las rosas prosperan. Tienen colores vibrantes y cabezas grandes. Son rosas de primera y tienen un precio superior. Debido a la ubicación y las condiciones, las rosas florecen durante todo el año.
Debido a estas ventajas, las rosas de Colombia y Ecuador representan el 90% de las rosas vendidas en los Estados Unidos el año pasado. Los ingresos obtenidos por los impuestos que pagan los cultivadores de rosas han permitido al país mejorar su infraestructura. Se han construido enormes estructuras cubiertas de plástico para proteger las rosas. Se han pavimentado carreteras, se han construido escuelas y se han desarrollado y construido enormes y sofisticados sistemas de riego. Los aeropuertos y el transporte se han desarrollado para que una rosa que se recolecta hoy en Ecuador pueda estar mañana en Estados Unidos lista para su entrega.
A medida que se pone más atención y se hace más escrutinio sobre la seguridad del trabajador y la exposición a pesticidas dañinos, las condiciones del trabajador de las rosas están mejorando. La ventaja de los bajos costos laborales todavía existe incluso con empleados que ganan más que el salario nacional promedio. Muchos empleados tienen algún acceso a la atención médica. Los insecticidas, herbicidas, fungicidas y fumigantes de suelo utilizados en los invernaderos están causando serios problemas de salud para los trabajadores de las rosas de Ecuador, la mayoría de los cuales son mujeres. Estos químicos son tóxicos. A medida que crece el movimiento por la certificación de libre comercio con conversaciones de boicot, es de esperar que las condiciones para los empleados mejoren a medida que más granjas implementen estas prácticas.