Mi jefe (esa es la Sra. Didge) dice que soy su lacayo y estipula que mientras a otros lacayos se les paga, yo no me falta nada.
Sobre esa base, no le voy a dar ningún regalo. Me faltará un poco más ese día. :)

Nunca jamás le he dado a mi jefe un regalo de Navidad. Lo encuentro un poco como una experiencia de nariz marrón. Todos mis colegas que lo hacen solo están tratando de obtener un aumento o son las mascotas del jefe.

Si sabe lo que les gusta hacer, puede proporcionarles una tarjeta de regalo para ello. O una tarjeta de regalo para el cine. O un arreglo comestible. Si todo lo demás falla, ¡dales un pony!

