Dado que las Escrituras enseñan que Jesucristo no es una copersona trinitaria con Dios el Padre, sino que es una persona distinta, el Hijo de Dios, la respuesta a la pregunta anterior debe ser que no se le debe rendir una adoración distinta a Jesucristo ahora. glorificado en el cielo. Nuestra adoración debe ir a Jehová Dios.
Sin embargo, mostramos el debido respeto por el Hijo unigénito de Dios al rendir nuestra adoración a Dios a través y en el nombre de Jesucristo. Incluso ahora, cuando nos arrodillamos en oración, como lo hizo Pablo según Efesios 3: 14-19, ofrecemos oración en el nombre de Jesucristo en obediencia a sus propias instrucciones (Juan 15:16; 16: 23-26), pero el la oración misma no se dirige a Jesús, sino a Dios su Padre. De esta forma mantenemos las cosas en sus posiciones relativas.