¿Fueron Jesús y sus discípulos radicales, liberales, moderados o conservadores?

2 Respuestas


  • La mayoría de los líderes religiosos judíos, que se oponían a Jesús, parecen haber visto a Jesús y sus discípulos como una secta radical y una amenaza percibida para su autoridad.

    Sin embargo, Jesús siguió la Ley y lo hizo perfectamente.

    > Un gran número de personas instaron a Jesús a dar pasos radicales, a tomar el poder político, mientras éste era favorable. Pero Jesús no mostró interés en hacerlo.

    > Jesús fue ciertamente liberal en su afecto por las personas, su dedicación de tiempo personal, energía y recursos a los demás. Pero no se alineó con un partido político.

    > 'Conservador', no es un término que describa bien a Jesús, que fue modesto, pero generoso y crítico con los líderes responsables que ignoraban las necesidades de la persona común. Jesús también advirtió contra el hablar de labios para afuera de las responsabilidades espirituales.

    > Jesús no era un 'moderado', pero 'moderado' o 'moderación' es un término que le conviene. Jesús era ciertamente un apasionado de la verdad y de su Padre celestial, pero la 'pasión' tampoco describe a Jesús, ya que la "apacibilidad", la "paciencia" y el "dominio propio" acompañaban las cualidades perfectas de Jesús de "amor, gozo, paz". ... bondad, bondad "y" fe ".- Gálatas 5:22
    Jesús era ciertamente 'moderado' en el hábito, pero no se sentó en los asientos de los 'moderados'.

    >> Puede ser popular definir a Jesús como "radical", "conservador", incluso "fundamentalista". Pero Jesús estaba realmente equilibrado, perfectamente.

    Estaba tranquilo y razonable. Mostró paciencia y resistencia, junto con respeto por la autoridad. Se negó a dedicarse a la política y expresó una intensa ira al ver el comercialismo, llevado a cabo en medio de la actividad espiritual.

  • No. Jesús y sus discípulos fueron leales y neutrales. En lugar de participar en la política de su época, Jesús se centró en predicar sobre el Reino de Dios, el futuro gobierno celestial del que él era el futuro Rey. (Daniel 7:13, 14; Lucas 4:43; 17:20, 21.) Así, cuando Jesús pudo decir ante el gobernador romano Poncio Pilato: "Mi reino no es parte de este mundo". (Juan 18:36.) Sus fieles seguidores imitan su ejemplo al dar su lealtad a Cristo y su Reino y al anunciar ese Reino al mundo. (Mateo 24:14) “Por tanto, somos embajadores en sustitución de Cristo”, escribió el apóstol Pablo. “Como sustitutos de Cristo rogamos: 'Reconcíliate con Dios'” (2 Corintios 5:20).

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