Afton
Si usted es un trabajador de una guardería o un maestro, es vital que trabaje en conjunto con los padres de un niño para ayudar a apoyar su desarrollo por varias razones. Crea una atmósfera positiva para que el niño gane confianza si el maestro y los padres están trabajando juntos. Un niño tendrá más estabilidad y es menos probable que tenga problemas de conducta.
Los maestros o niñeras que respetan los deseos de los padres de un niño hacen lo mejor por él. Básicamente, son los padres quienes tienen la responsabilidad general de cómo les gustaría que se criara su hijo. Un maestro o trabajador de apoyo puede hacer sugerencias sobre cómo ayudar a un niño a practicar la lectura o la escritura; sin embargo, depende de los padres cuál sería la forma más adecuada para que su hijo desarrolle más habilidades.
Al tener reglas consistentes en la escuela, por ejemplo, sería más beneficioso que los padres las aplicaran y las mantuvieran en casa. Esto ayudará al niño a aprender la importancia de respetar la autoridad y lo ayudará a comportarse de una manera más positiva.
Por supuesto, en un mundo ideal, los profesores o las niñeras trabajarían con los padres en armonía en todo momento. Sin embargo, puede haber ocasiones en las que surja algún desacuerdo entre ambas partes. Por ejemplo, un padre puede pensar en ocasiones que un maestro es demasiado estricto. Lo importante aquí es no permitir que ningún desacuerdo interfiera con el bienestar del niño y que pueda poner en peligro su educación y desarrollo. Abordar el tema con la mente abierta y sin confrontación es la mejor forma de afrontar estas circunstancias.
Ciertamente, ambas partes solo quieren lo mejor para el niño, por lo que trabajar juntos puede proporcionar un resultado muy positivo.