Un multiplicador del turismo explica el efecto dominó del negocio turístico al relacionar la forma en que las industrias secundaria y terciaria se benefician de la industria turística primaria. Por ejemplo, si se construye un hotel resort y atrae a muchos clientes de todo el mundo a reservar suites y visitar ese resort, el resort obtendrá ganancias. Sin embargo, otras personas también se beneficiarán, como las industrias secundarias que venden ropa de cama a los hoteles. Las industrias terciarias, como los servicios de autobús de enlace que operan de forma independiente y brindan a los huéspedes del hotel viajes a áreas populares, como colinas o pueblos de esquí, también pueden beneficiarse del turismo primario.
Las ciudades y los países compiten por albergar los Juegos Olímpicos, porque saben que el multiplicador del turismo garantizará que casi todos los hoteles, restaurantes, boutiques y cadenas de tiendas locales sientan el impacto de un aumento del turismo en la región. En estas situaciones, nunca son solo los hoteles y los principales proveedores de turismo los que se benefician: todos sienten la energía positiva y se nota en sus resultados. Por ejemplo, incluso los taxistas que trabajan en la ruta del aeropuerto verán un aumento en los negocios y los ingresos cuando un gran evento llegue a la ciudad.
Los estudiantes pueden estudiar turismo y hostelería en instituciones de educación postsecundaria: la gestión hotelera es un curso popular que puede enseñar a los estudiantes más sobre el multiplicador del turismo. Las personas que dirigen negocios comprenderán el multiplicador del turismo de una manera intuitiva: verán cambios en sus ganancias a medida que los eventos y acontecimientos en un pueblo, ciudad o aldea afecten los patrones comerciales normales.
El turismo es una industria vibrante que también puede verse afectada negativamente por fuerzas externas, como la política, los desastres naturales y los problemas económicos (incluidas las caídas del mercado de valores). El turismo vende el sueño de experimentar algo nuevo y placentero de una manera cómoda, y la gente paga mucho dinero para disfrutar de nuevos lugares.