Andreane
Bajo el capitalismo no hay autoridad que pueda realizar el trabajo de planificación ya que bajo el sistema los recursos son propiedad del sector privado, el empresario individual produce los bienes y los consumidores individuales son independientes con respecto al consumo de bienes. Aquí el gobierno no ejerce ninguna obligación en relación con la producción de los bienes, sino que es el mecanismo de precios el que realiza la función de intercambio, producción, asignación y distribución.
Las fuerzas del libre mercado son útiles para operar toda la economía. Mientras que el gobierno permanece confinado a la ley y el orden de defensa, etc. Pero después de los efectos de desinversión de la gran depresión y popularidad del pensamiento keynesiano de la década de 1930, las economías capitalistas desempeñan las siguientes funciones relacionadas con la planificación económica.
Los gobiernos intentan mantener una demanda efectiva para evitar la inflación y la deflación. En este sentido se adoptan las medidas fiscales y monetarias.
El gobierno no permite que los monopolios crezcan ya que las fuerzas monopólicas obstruyen el funcionamiento del mecanismo del mercado. En este sentido, el gobierno promulga leyes contra los monopolios y los cárteles.
En aras del mejoramiento de la socialización de la comunidad, el gobierno proporciona las instalaciones básicas de salud, educación y recreación.
Por otro lado, en el socialismo hay una junta de planificación. Dicha junta formuló los planes que cubren toda la economía. La junta de planificación central tiene partes ilimitadas con respecto a la asignación de los recursos y la producción de bienes.
Para dirigir la economía socialista
Cuando el mercado no toma decisiones económicas, la determinación de precios se vuelve útil.
No debería haber ciclos comerciales en la economía.
Es fácil enfrentarse a circunstancias inesperadas.