Cuando una persona pierde su virginidad, le suceden cosas a su cuerpo que nunca vuelven a suceder. Pero de otra manera, Dios tiene el poder de restaurar su emocional, espiritual y mental a un lugar donde puede ser puro y completo de nuevo. Comprometerse con la castidad después de los errores es posible y lo ayuda a convertirse en un regalo increíble para su futuro cónyuge. Dios puede restaurar la virginidad de una persona. Ten fe, reza y cree. Le encanta darle a la gente un nuevo comienzo. Es hora del tuyo.