A diferencia de la dermatitis atópica, las personas con dermatitis de contacto no suelen tener problemas en la piel. Desarrollan erupciones cutáneas solo cuando entran en contacto con algo a lo que son alérgicos o sensibles. Dicho esto, la mayoría de los médicos no piensa en la dermatitis como una predisposición genética, sino más bien como un problema de la piel que puede heredarse.