Cuando era considerablemente más joven, me podían pasar una serie de cosas que consideraba que serían "catastróficas".
A lo largo de los años, todos sucedieron y, sin embargo, sobreviví bastante bien.
Las dos reglas: 1) No se preocupe por las cosas pequeñas. & 2) Todo es pequeño.
Intento seguir el consejo de no preocuparme por el día siguiente porque cada día tendrá sus propios problemas. Preocuparse es un mal hábito si se hace en exceso. Puede quitarle alegría a la vida real al preocuparse por cosas que aún no han sucedido. A veces es muy difícil recordar esto, pero las personas más felices enfrentan los problemas día a día. La ansiedad y la preocupación no añaden nada a la vida.