Hay innumerables formas de controlar el ciclo comercial; sin embargo, debe decirse que el ciclo comercial también tiene vida propia y es posible que no responda a los cambios típicos diseñados para "ayudarlo". Por ejemplo, los paquetes de estímulo del gobierno que se entregan a los grandes bancos pueden mantener a los bancos a flote, pero no necesariamente ayudan a la gente común (que en realidad son los clientes del banco).
Por lo tanto, las soluciones de curitas que ofrecen arreglos temporales pueden no ser suficientes para crear empleos, contener recesiones o estimular el gasto en tiempos económicos difíciles. Otras medidas típicas utilizadas para controlar el ciclo comercial incluyen leyes tributarias (importación / exportación, leyes, leyes de pequeñas y grandes empresas, etc.).
Cada país tiene sus propias leyes fiscales, y estas pueden utilizarse para hacer que hacer negocios en un país sea más atractivo. En otras palabras, si el gobierno hace que sea barato para las corporaciones la instalación de fábricas, etc., las corporaciones estarán más inclinadas a establecerse, y esto creará puestos de trabajo. Sin embargo, dar demasiados descansos a las grandes empresas también es un problema, ya que enfurece bastante a las clases medias y bajas.
- Las leyes fiscales pueden estimular la inversión
En un mundo perfecto, los impuestos se basarían en los ingresos y los activos; sin embargo, en el mundo real de sostener el ciclo comercial a toda costa, los muy ricos suelen tener un descanso. La clase media tiende a soportar la mayor parte de la carga fiscal, ya que no tiene acceso a las lagunas fiscales de los muy ricos y no accede a los servicios sociales tanto como los ciudadanos más pobres. Siempre habrá un vínculo entre las leyes fiscales y el ciclo comercial.
El ciclo comercial puede verse gravemente dañado e interrumpido por las caídas del mercado de valores, por lo que los economistas intentan predecir estas espirales descendentes con mucha anticipación. De hecho, generalmente se advierte que estas crisis se avecinan, incluso si los analistas no pueden decir exactamente cuándo ocurrirán.