En una era de sobrepoblación acelerada, de sobreorganización acelerada y medios de comunicación de masas cada vez más eficientes, ¿cómo podemos preservar la integridad y reafirmar el valor del individuo humano?

Tengo curiosidad por saber cuándo hubo una época en la que se respetó el valor o la integridad de cada individuo. La dignidad plenaria incondicional parece notoriamente ausente de nuestra historia social colectiva.

Al menos en la era actual de comunicación masiva ubicua, existe un potencial para que el individuo se imponga ante una audiencia sin precedentes. Tome este sitio como un pequeño ejemplo. Si tales afirmaciones aportan integridad o son valoradas por el mundo en general, es una llamada subjetiva por parte del observador.