Las principales operaciones policiales se pueden dividir en las siguientes categorías:
- Respuesta
rápida Se puede argumentar que la respuesta rápida es la más clave y vital de las operaciones policiales. Ejemplos de situaciones de respuesta rápida serían robos, asesinatos o persecuciones de automóviles. Existe una gran necesidad de que la policía actúe de inmediato, ya que el delincuente generalmente sigue prófugo y, por lo tanto, debe ser encontrado y arrestado antes de que se puedan cometer más delitos.
A veces, la respuesta rápida está ahí para calmar y tranquilizar a la gente. En la mayoría de los casos, el incidente ya ha ocurrido y, aunque la policía no puede hacer mucho en ese momento. Sin embargo, su mera presencia puede ser muy tranquilizador para el público y puede prevenir más incidentes en esa área.
- Patrulla de
rutina La patrulla de rutina es más el pan y la mantequilla de las operaciones policiales. Como se indicó anteriormente, el simple hecho de tener presencia policial puede reducir drásticamente la delincuencia y brindar al público una sensación de seguridad y control. Las patrullas de rutina pueden consistir en que la policía simplemente camine por áreas que son puntos críticos de delincuencia y aborde cualquier problema que pueda encontrar.
Las patrullas de rutina también pueden realizarse en el automóvil de la policía, conduciendo por carreteras o autopistas en busca de personas que puedan estar conduciendo a alta velocidad o sin una licencia o seguro.
- Operaciones encubiertas Las operaciones
encubiertas son otro aspecto importante de la vigilancia. Es obvio que un policía vestido con su uniforme ciertamente asustará a cualquier posible delincuente. Si la policía desea atrapar a los delincuentes con las manos en la masa, obviamente deben usar acciones más sigilosas. Por lo tanto, usar ropa de civil y fingir ser un miembro normal del público puede obtener mucha más evidencia.