Etilo
Todos siempre toman sus propias decisiones. Todo el mundo siempre está influenciado por las decisiones que toman otras personas.
Dentro de la ley, se debe permitir que los adolescentes (y cualquier otra persona) experimenten las
consecuencias naturales de sus decisiones en la mayor medida práctica (que no ponga en peligro la vida). Así aprenden los adolescentes (y cualquier otra persona).
En muchos sentidos, un adolescente es como un niño de 4 años: siempre se pregunta "¿por qué?" y siempre empujando los límites. La experiencia en el mundo real es útil (desde detrás de una PlayStation y fuera del teléfono), al igual que la discusión de las consecuencias proyectadas de las acciones propuestas.
Preguntando "¿por qué?" puede ser algo bueno. Puede ayudar a los adultos a examinar su propia motivación y reflexionar sobre el grado en que es aplicable a la situación actual. Empujar los límites puede servir para el mismo propósito. Los adolescentes (y cualquier otra persona) deben ser respetados como personas reales con sentimientos, aspiraciones, sensibilidades reales y una personalidad única que es diferente a la suya o la de sus hermanos.