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El país de origen tradicional de la piedra lunar era Sri Lanka o Ceilán, como se la conocía entonces. En estos días, sin embargo, las piedras lunares también se encuentran o se extraen en los Estados Unidos, Australia, Brasil, Madagascar y Myanmar.
La piedra lunar pertenece en realidad al grupo de minerales conocido como feldespatos. Los feldespatos son los que forman casi el sesenta y cinco por ciento de todas las rocas que se encuentran en la tierra. La piedra lunar proviene de la variedad de feldespato "adularia". Esta "adularia" es un aluminosilicato de potasio que tiene la calidad de una piedra preciosa.
Se cree que el nombre "adularia" proviene del Grupo Adula en los Alpes europeos donde se encuentra. Otro nombre para la piedra lunar se deriva de la palabra griega "selene" que significa luna, este nombre es "selenita". La piedra lunar obtiene su encantador brillo de luz solo después de pasar por las manos de un joyero y el proceso de corte.