El tiempo que tardará en sanar un ligamento desgarrado depende de la gravedad de la lesión. La curación de los ligamentos, como ocurre con todos los demás tejidos blandos, suele constar de tres fases, a saber, inflamación, reparación y remodelación.
La llamada fase inflamatoria comienza inmediatamente después de que ocurrió la lesión y durará entre tres y cinco días, dependiendo de la gravedad de la lesión. El cuerpo liberará sustancias químicas para reducir el dolor y puede haber algo de sangrado dentro del tejido circundante. Combinado con el líquido de las células dañadas, esto causa hinchazón en la articulación, lo que resulta en presión sobre las terminaciones nerviosas y posteriormente más dolor. La rehabilitación se puede acelerar descansando y elevando la parte lesionada; aplicar bolsas de hielo o compresas y medicamentos antiinflamatorios.
La fase de reparación se inicia con la coagulación de la sangre, lo que hace que las plaquetas de la sangre formen una especie de malla. Las células de fibroblastos presentes dentro del coágulo de sangre se multiplican y depositan tejido de colágeno inmaduro o tipo 3 durante tres a 21 días después de la lesión original. El uso de la electroterapia durante esta fase fomentará la actividad de los fibroblastos y, en última instancia, proporcionará ligamentos estructuralmente más fuertes.
Esta fase final implica la maduración del tejido de colágeno de tipo 3 en tejido de colágeno de tipo 1, así como la realineación del tejido de colágeno. Cuando se coloca por primera vez, este tejido está relativamente desordenado y no tiene mucha resistencia a la tracción. A medida que el ligamento gana fuerza gradualmente a través de un patrón funcional de tensión controlada, las fibras se alinean de forma longitudinal. La fisioterapia, que generalmente implica una progresión de ejercicios controlados a actividades funcionales, ayudará al proceso de remodelación. Este proceso puede tardar hasta un año y, debido a esto, la debilidad potencial del ligamento puede resultar en lesiones repetidas. Apoyar la articulación ayudará a prevenir esto.