Los objetivos de formación y desarrollo de los empleados pueden ser muchos, pero hay algunas áreas principales a considerar.
La formación de un empleado puede tener varios objetivos. El objetivo principal es garantizar que el empleado esté capacitado para el puesto para el que fue contratado. Un empleado no capacitado no será eficaz en un trabajo. La capacitación también aumenta la motivación de los empleados y ayuda a retener las habilidades requeridas. Uno capacita a los empleados para que estén motivados en su trabajo y retengan lo que aprenden para que no puedan cometer errores.
Esta es la siguiente fase después del entrenamiento inicial. En la etapa de desarrollo, la capacitación ya se ha realizado, por lo que un capacitador sabe dónde puede faltar la motivación, retención o capacitación del empleado con respecto a su trabajo. También pueden ver qué habilidades tiene la persona que podrían conducir a una mejor posición más adelante. En el desarrollo hay otro objetivo y es asegurar que el empleado esté trabajando en todo su potencial. Su potencial puede llevarlos de cajeros a puestos gerenciales. En este caso, el empleado se desarrolla mediante el aprendizaje de habilidades para un trabajo de nivel superior. Uno puede pensar en ello como una educación continua para el mejoramiento de la persona en general.
La eficacia es el objetivo principal como se mencionó anteriormente. En cualquier lugar de trabajo, un empleado eficaz hará el trabajo que se requiere en una buena cantidad de tiempo. Algo como esto es necesario para garantizar que valga la pena mantener a la persona en la compañía. Un empleado no productivo puede costarle dinero a la empresa. Esta es la razón por la que durante la capacitación y el desarrollo, a menudo se establecen objetivos para que el empleado trabaje. También se someten a revisiones de desempeño para ver si se han alcanzado los objetivos.