Los residuos no biodegradables son cualquier material que no se pueda descomponer en "compuestos base". Si el residuo fuera biodegradable, podría ser degradado por elementos como aire, agua, suelo o microorganismos, durante un largo período de tiempo.
Un producto de desecho no biodegradable sería un artículo que contiene vidrio o plástico. Por ejemplo, la investigación ha demostrado que una botella de vidrio puede tardar hasta 500 años en descomponerse por completo y una botella de plástico unos 450 años.
A continuación, se muestran algunos ejemplos de residuos no biodegradables:
Aunque es posible que estos elementos no se puedan descomponer, se pueden reciclar, lo que les permite volver a ser útiles. Entonces, en lugar de simplemente tirarlos a donde irán y llenar un vertedero, asegúrese de llevarlos a un centro de reciclaje.
Estos productos se han creado a medida que la tecnología se ha vuelto más avanzada, ya que ahora podemos producir artículos que son más fuertes y pueden soportar más cosas.