Las sustancias como el pegamento y los disolventes como el esmalte de uñas y los diluyentes de pintura, entre otros, emiten vapores que contienen varios productos químicos tóxicos que tienen un efecto que altera la mente si se inhalan.
La inhalación de pegamento induce un estado de alucinación similar a una condición de ebriedad y marcado por un habla incoherente, la incapacidad de mantener el equilibrio y discernir las cosas con claridad.
Los efectos inmediatos de inhalar pegamento pueden provocar asfixia y pérdida del conocimiento, lo que puede ser fatal ya que los vapores deprimen el sistema respiratorio y la frecuencia cardíaca; además, como uno no tiene el control de sus sentidos, puede verse envuelto fácilmente en accidentes y lesionarse.
El efecto alucinógeno generalmente dura unos 15 minutos, con un fuerte dolor de cabeza y una condición similar a un estupor que ocurre después, y pueden pasar horas antes de que uno pueda recuperar el control total sobre sus facultades. El abuso a largo plazo de la sustancia da como resultado daños en los riñones, el hígado, el cerebro y el sistema nervioso en general.
Los vapores también tienen un efecto degenerativo en la cavidad nasal y el revestimiento, lo que resulta en malestar al respirar. Algunos otros efectos relacionados son problemas respiratorios crónicos como bronquitis, erupciones cutáneas, pérdida de peso, temperamento inestable y niveles disminuidos de concentración.