Tener hermanos conlleva muchas ventajas. Cuando creces con un hermano o una hermana o quizás con varios de ellos, aprendes a tolerar y llevarte bien con las personas, aunque a veces te metas en peleas o no te gusten ciertos hábitos. Poder vivir con otras personas es una buena habilidad porque, a menos que planees tener una habitación individual en la universidad y nunca tener tu propia familia, es probable que te encuentres compartiendo un espacio vital con otra persona y no siempre puedes Hacer tu propio camino.
También saber llevarse bien o al menos tolerar a los demás puede trascender a tolerar a las personas en general en su día a día. Tolerar a otras personas es una habilidad valiosa porque estás constantemente rodeado de ellas e interactúas con ellas.
No estoy diciendo que todas las personas con hermanos puedan tolerar a todos, pero sí creo que tener hermanos los convirtió en personas más agradables. En otras palabras, creo que si no tuvieran hermanos, sería menos probable que toleraran el comportamiento de otras personas que ahora. Así que sí, esa es solo mi filosofía y, en general, según mi experiencia de interactuar con personas que no tienen hermanos, algunos, muchos o algunos, pero tienen muchos años de diferencia, etc., hay algunas verdades en ello.