En términos generales, las funciones de un auditor interno incluyen la realización de evaluaciones independientes de la eficacia y validez de las normas, procedimientos y políticas mediante las cuales se gestionan los recursos financieros, de información y físicos de una empresa.
Los auditores internos aportan valor a una empresa actuando como facilitadores en la gestión del riesgo empresarial y realizando revisiones de relación calidad-precio, mediante las cuales asisten a la dirección en el efectivo cumplimiento de sus responsabilidades.
Los deberes reales de un auditor interno obviamente dependen de los requisitos de la empresa para la que trabaja. Pueden involucrar algunas o todas las tareas enumeradas a continuación, así como también requisitos específicos de la empresa.
Los deberes pueden incluir:
Trabajar con la gerencia para garantizar que todos los riesgos se identifiquen y analicen anualmente.
Planificar, organizar y llevar a cabo funciones de auditoría interna, lo que implica la elaboración de planes de auditoría, programación, asignación de trabajo y determinación de necesidades de recursos.
Informar las actividades, políticas y programas departamentales a la gerencia.
Coordinar la cobertura con auditores externos y garantizar que todas las partes involucradas estén informadas en todas las áreas relevantes de interés y estén al tanto del trabajo de los demás.
Hacer recomendaciones sobre los procedimientos y sistemas revisados; reportar recomendaciones y hallazgos y monitorear la respuesta de la gerencia, así como su implementación.
Revisar e informar sobre la precisión, relevancia y puntualidad de la información financiera y otra información relevante proporcionada para la administración.
Informar sobre la relación calidad-precio obtenida por la empresa con especial atención a la eficiencia, eficacia y economía.
Llevar a cabo cualquier tarea o revisión según lo solicite la administración, siempre que dichas tareas o revisiones no comprometan la objetividad o independencia de la función de auditoría interna.
Proporcionar a la dirección y posible comité de auditoría opiniones sobre los controles internos de la empresa.
Como se mencionó anteriormente, no todos estos deberes pueden aplicarse a todos los puestos, pero en general, en la mayoría de los puestos, se espera que los auditores internos desempeñen deberes en algún lugar en este sentido.