Un banco universal tiene dos funciones principales: operar como banco comercial y operar como banco de inversión. Particularmente en el Reino Unido y los Estados Unidos de América, estos dos tipos de instituciones tienden a mantenerse por separado. Pero con la reciente eliminación de las barreras legales y técnicas, se ha hecho evidente la posibilidad de un banco universal. Después de la crisis financiera mundial de 2008, los bancos universales se han vuelto más populares a medida que ha disminuido el número de bancos de inversión pura. En otros países importantes, casi todas las grandes instituciones financieras operan como bancos universales, y algunas empresas más pequeñas se especializan en banca comercial o de inversión.
La banca comercial implica satisfacer las necesidades financieras del consumidor habitual. Ejemplos de bancos comerciales en la calle principal incluyen Halifax, HSBC y Santander. Los bancos comerciales ofrecen características como cuentas de ahorro, cuentas corrientes y crédito para satisfacer las necesidades de una variedad de clientes. La medida en que estén dispuestos a trabajar con un consumidor en particular dependerá de la calificación crediticia de la persona. Aquellos con mejores puntajes crediticios tendrán más acceso a préstamos y cuentas corrientes con importantes facilidades de sobregiro.
Los bancos de inversión suelen trabajar con empresas o consumidores con grandes cantidades de ahorros. Trabajarán con el dinero de los clientes y lo invertirán en diversas áreas, a menudo en empresas que figuran en el FTSE 100. La mayoría de los bancos de inversión ofrecen una gama de carteras de inversión con distintos niveles de riesgo. Los expertos de estas instituciones financieras tratarán de aprovechar al máximo las oportunidades de inversión como sea posible; los clientes entregan sus ahorros para obtener beneficios. Por supuesto, este método de ganar dinero no siempre es exitoso y puede resultar en grandes pérdidas.