La melatonina es una hormona que se encuentra en todos los organismos vivos y es conocida en la ciencia como la más compleja, la 5-metoxi-N-acetiltriptamina.
En los seres humanos, la melatonina es producida por la glándula pineal y ayuda al cuerpo a coordinar los patrones de sueño, básicamente le permite saber cuándo es el momento de dormir o despertarse.
La mayoría de las personas producen alrededor de 5 a 25 miligramos de melatonina por noche; sin embargo, este nivel disminuirá a medida que la persona envejece. Esta es la razón probable por la que las personas mayores sufren de insomnio y alteraciones de los patrones de sueño.
En medicina, la melatonina ha demostrado ser importante en el tratamiento de una serie de enfermedades y trastornos, incluidos el cáncer, la depresión, la disfunción sexual y el abuso de drogas.
También ha demostrado ser eficaz cuando se utiliza en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y los trastornos asociados con el estado de ánimo de una persona, como el trastorno afectivo bipolar y estacional (SAD).
La melatonina parece tener muy pocos efectos secundarios y muchas personas toman suplementos a corto plazo para contrarrestar los efectos del desfase horario o los patrones de sueño alterados causados por trabajar en los turnos de noche.
Sin embargo, el uso prolongado se ha relacionado con somnolencia y presión arterial baja, mientras que las personas que padecen trastornos autoinmunes pueden correr el riesgo de exacerbar el problema al tomarlo como suplemento.
Recuerde que siempre se recomienda que si tiene alguna pregunta o inquietud con respecto a la melatonina, o si padece un patrón de sueño alterado, debe comunicarse con un médico calificado o un profesional médico.
Se sugiere que hable con un médico o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento o suplemento.