Las películas de terror pueden generar miedo, ansiedad, insomnio, fobia y trauma mental. También pueden provocar cambios de comportamiento. Por ejemplo, si alguien ve una película de terror, puede verse influenciado por la película y cambiar su comportamiento al del villano.
Recuerdo la primera vez que vi una película de terror en HBO. Seguí pensando en todo mi sueño que me estaban pasando cosas similares. El día siguiente también había ocupado todo el día en mi mente. Luego me comprometí a no ver nunca películas de terror por la noche.