Casey
En 1976, fui cocinero en un campamento de verano en Alaska. En mi primer día en Anchorage, vi un alce pastando en un estanque suburbano y pensé: "¿Qué diablos ...?" El enorme y extravagante animal parecía estar formado por muchas especies diferentes: ciervos, jirafas, camellos, caballos. Los alces tienen patas muy largas, pezuñas grandes, jorobadas y cola corta. Tienen pelaje marrón oscuro, orejas grandes, una nariz ancha y caída y un labio superior que sobresale. Un colgajo largo de piel cubierta de piel (llamado campana) cuelga debajo de su barbilla. Los alces viven en todas partes de Canadá y los estados de la parte superior del medio oeste de EE. UU. Y Alaska. En los meses más cálidos, se encuentran cerca de lagos y marismas; en invierno, se trasladan a los bosques. Los alces machos son más altos y pesados que las hembras. El macho puede medir más de 10 pies de largo con una altura de hombros de siete pies. Los machos pueden pesar más de 1200 libras.Las astas de los alces pueden medir hasta seis pies de ancho. Los alces tienen dos dedos con pezuñas grandes y dos más pequeños. Esta disposición les permite moverse fácilmente en pantanos o tundra esponjosa. Los alces prefieren comer plantas acuáticas, vadeando los lagos para buscar alimento. Durante el invierno, el alce se alimenta de bayas, ramitas y ramas, pateando la nieve para llegar a la hierba y los arbustos. Los alces son buenos nadadores. Se acostarán en aguas poco profundas para alejarse de los insectos que pican o para refrescarse. Los machos usan sus astas para protegerse y luchar contra otros machos. Una madre protegerá a sus crías pateando con pezuñas fuertes y afiladas. En general, los alces son solitarios. El alce tiene mala vista y depende de un agudo sentido del olfato y el oído. Hacen una extraña llamada de silbido y gruñidos. Los alces tienen una combinación muy peligrosa de un cuerpo muy grande y un cerebro muy pequeño.A menudo deambulan por los caminos de las locomotoras o vehículos, con resultados fatales. En Anchorage, en 2005, un toro joven presa del pánico tuvo que ser tranquilizado para desenredar sus astas del columpio de un niño. Otro alce fue visto con una cadena de luces navideñas colgando de sus astas.