Las principales características de Hitler consistieron en una intensa dualidad; rigidez, o una negativa o incapacidad para cambiar de manera significativa, causada por una intensa ansiedad e inseguridad personal; disciplina altamente antinatural y necesidad de privacidad; impersonalidad e incapacidad para mantener conversaciones normales; absoluta crueldad, una increíble capacidad de odio y una total falta de humor. También era muy feo de niño.
- La dualidad de Hitler
Su dualidad se manifestó de muchas maneras. Era capaz de una bondad extrema, en particular con los niños y los animales; mientras que al mismo tiempo es capaz de extrema crueldad, brutalidad y ataques de rabia. Si bien de alguna manera estaba totalmente horrorizado de que otros creyeran que él era un mentiroso, al mismo tiempo se jactaría con orgullo de que mentiría a cualquiera si se adaptaba a su propósito.
Aunque sufría de extrema inseguridad personal y ataques de ansiedad, principalmente manifestados a través del miedo a ser ridiculizado, también se veía a sí mismo como quien lo sabía todo mejor. Odiaba ser corregido y culpaba a cualquiera que no fuera a sí mismo por los errores. Su inseguridad lo llevó a su total falta de voluntad para cambiar.
- Disciplina y privacidad
Una de las características más inusuales de Hitler fue su total disciplina en todo momento. No se permitiría ser visto de ninguna manera que, a sus ojos, degradaría su dignidad. Nunca bajó la guardia, no permitió que otros vieran sus verdaderos sentimientos. Esto lo llevó a su total impersonalidad, lo que imposibilitó las relaciones reales.
Incluso sus ataques de rabia solían calcularse. Aunque era un orador increíblemente talentoso, no estaba interesado en los demás y las conversaciones generalmente resultaban ser monólogos de Hitler.
- El odio de Hitler
Por alguna razón, su odio se centró en grupos particulares; Judíos, marxistas, polacos, checos, franceses e intelectuales. Este odio intenso se combinó con total crueldad, un deseo de destruir a los que odiaba y venganza.