Enrique
Dorothea Dix fue una de las principales contribuyentes a los movimientos de reforma en el contexto de la vida en prisión. Su visita a una de las cárceles fue el factor primordial que la motivó a trabajar por el mejoramiento de las condiciones de vida carcelarias. Muchas de las personas que Dix encontró allí sufrían trastornos y enfermedades mentales, pero recibieron el mismo grado de castigo.
Dorothea Dix se opuso firmemente a esta práctica y, en cambio, declaró que las personas con enfermedades no deben ser tratadas como delincuentes, sino como pacientes, que necesitan ayuda. Además, también hizo hincapié en el hecho de que los niños y los adultos no deben ser castigados con el mismo grado por el mismo delito, ya que los niños son muy inocentes. Se esforzó fervientemente por mejorar el nivel de vida de la prisión en todo el país y también trabajó a nivel estatal, logrando convencer a muchos estados para que crearan hospitales y asilos para todos aquellos presos que estaban enfermos y padecían diversas enfermedades.