El mayor vínculo entre la economía y las ciencias políticas es la forma en que un gobierno puede elegir el tipo de sistema económico que un país decide seguir. Mientras que la ciencia política se ocupa del estado, el gobierno y las agencias, la economía se ocupa del sistema que utiliza la sociedad para organizar y controlar la esfera económica. Los tres sistemas económicos principales entre los que puede elegir un partido político son el capitalismo, un gobierno de planificación centralizada o el libre mercado.
Se trata de un sistema económico que se basa en la acumulación de capital, cuyos medios de producción son de propiedad privada y se explotan con fines de lucro. Estas operaciones suelen tener lugar en mercados competitivos. Dentro de un sistema capitalista, la renta adopta al menos dos formas. Estas formas son ganancias o salarios. La ganancia se recibe, ya sea a través de herramientas de producción o en virtud del control, por quienes han aportado el capital. En comparación, los salarios son percibidos por los trabajadores que han prestado un servicio a la empresa. No tienen participación en la propiedad y se les compensa si la empresa obtiene ganancias o pérdidas.