Las características básicas de una historia narrativa son la complicación, la característica y la resolución.
- La orientación es el comienzo de la historia y está ahí para introducirnos en la historia. Nos presenta el, quién, qué, dónde, cuándo, cómo y por qué de la historia. Básicamente, configura la historia para su uso en la lectura y nos da el trasfondo y la base de la historia. Es esencial que esto se haga de una manera clara para garantizar que el lector sepa de qué se trata la historia.
- La complicación es la siguiente parte de la historia y es donde tiene lugar la acción. Se llama la complicación ya que sin un problema que resolver no podemos encontrar una solución y no habría historia.
La complicación implica un problema o problemas y la realización del problema, cómo los personajes van solucionando el problema. Generalmente se relaciona con la orientación y los personajes se desarrollan y cambian en esta parte de la historia. Es la parte grande y principal de la historia y el atractivo para leer el cuento.
- La resolución es la parte final de la historia. Es la forma en que las cosas resultan parte de la historia. Es la parte en la que el autor ata el final de la historia y lo convierte en el tipo de final que quiera. La resolución puede ser cualquier cosa que el autor desee. Sin embargo, debe dejar a la audiencia sintiendo que la historia ha terminado o tomar algo de la historia y permitirles sentir que ha llegado a algún tipo de posición final.
Todos estos son necesarios para una narrativa, aunque a menudo se juega con ellos, son esencialmente lo mismo.