Enrique
Es muy importante calentar –tratar un metal para darle ciertas propiedades. Para ello se realizan diversos tratamientos. Uno de los cuales es el recocido. Los propósitos del recocido son
1-Ablandar el acero para que se pueda mecanizar más fácilmente
2-Aliviar las tensiones internas que pueden haber sido causadas por trabajar el metal o por una contracción desigual en la fundición.
Ahora bien, cómo se lleva a cabo el proceso de recocido también es una cuestión interesante. El proceso básico se puede resumir brevemente en tres pasos. Los tres pasos son los siguientes:
(a) calentar lentamente a la temperatura requerida
(b) mantener esa temperatura durante el tiempo suficiente para permitir que se produzcan los cambios internos
(c) enfriar lentamente.
La temperatura para el recocido debe ser de 30 a 50 grados centígrados por encima del punto crítico más alto para aceros con hasta 0-9% de carbono y aproximadamente la misma cantidad por encima del punto crítico más bajo para aceros con alto contenido de carbono y herramientas.
El tiempo que tarda el metal en alcanzar la temperatura del horno y el período durante el cual debe ser remojado a la temperatura de recocido varían según la forma y dimensiones del artículo, pero hay que recordar que el proceso no debe ser apresurado.