“El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y está desesperado”, afirma la Biblia. ( Jer. 17: 9 ) Cuando nuestro corazón desea intensamente algo, ¿no encontramos razones para llevar a cabo sus intenciones?
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debemos buscar la ayuda de Jehová en oración, recordando que “él conoce los secretos del corazón”. ( Sal. 44:21 ) Dios también ha provisto su Palabra, que puede servirnos de espejo. ( Santiago 1: 22-25 )