¿Cómo van de la mano la humildad y el espíritu deportivo?

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  • La humildad y la deportividad son dos factores clave a la hora de ser un deportista o deportista profesional y respetado. Van de la mano ya que ambas cualidades son evidentes en un buen deportista; la humildad está presente cuando ocurren victorias y derrotas, y la deportividad está presente cuando se juega un deporte competitivo: se relaciona con aspectos como obedecer las reglas del juego y tratar a los miembros del equipo contrario como si fueran miembros de su propio equipo. Para tener éxito en cualquier área del deporte, es vital tener humildad y deportividad, o se ganará una mala reputación en el campo de juego. Además, es probable que aquellos que no tengan esos valores desobedezcan las reglas y regulaciones y pronto sean prohibidos.

    • Actuando con humildad en la victoria
    Actuar con humildad es lo más importante a la hora de decidir el resultado de un evento deportivo. Si un individuo está en el equipo ganador, es vital que, aunque por supuesto esté celebrando, felicite al otro equipo y estreche la mano de todos. Si una persona anotó el gol de la victoria, o hizo algo equivalente, debe aceptar cualquier elogio que reciba con amabilidad, pero asegúrese de no acaparar la atención ni volverse testarudo. Cualidades como estas pondrán a otros jugadores en contra de una persona, sin importar lo buenos que sean en el campo de juego, causando tensión dentro de un equipo deportivo.

    • Actuando con humildad en la derrota
    Un individuo también debe actuar con humildad cuando se enfrenta a la derrota. Deben tener la voluntad de aceptar que el otro equipo ha tenido éxito en esta instancia y ofrecer felicitaciones. Afirmar que la decisión del partido fue injusta o negarse a mostrar el respeto del otro equipo arruinará la atmósfera del juego. Además, el equipo del individuo ganará una mala reputación, ya que otros equipos ven que sus jugadores no pueden aceptar una derrota.

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