¿Cómo trataron los colonos blancos a los aborígenes?

Cuando el Capitán Cook llegó en 1770, había unos 300.000 aborígenes. Los australianos británicos y blancos los cazaron como animales, los obligaron a abandonar su tierra, los masacraron y secuestraron a los niños (conocidos como la Generación Perdida). Como resultado, en 1965, la población de "aborígenes puros" era de poco más de 40.000 personas.  

Afortunadamente, ahora existen leyes contra la discriminación que protegen a los aborígenes. Hoy, la población se ha recuperado a alrededor de 200.000.

Los aborígenes australianos fueron casi exterminados por los colonizadores ingleses. Hoy en día, representan solo el 1% de la población australiana, aproximadamente unas 200.000 personas. Cuando el capitán Cook llegó en 1770, había unos 300.000.

En 1806, el racismo de colonizadores y soldados alcanzó un punto muy alto. Los lugares sagrados aborígenes no solo fueron violados y profanados, los aborígenes mismos fueron cazados como animales por placer y diversión. Los soldados visitaban las aldeas aborígenes con el pretexto de ofrecer regalos. Sin embargo, el verdadero propósito de la visita era contaminar el suministro de agua de la aldea con arsénico. Aldeas enteras, incluidos niños, ancianos, mujeres y hombres, murieron por envenenamiento con arsénico.

Después de que Australia se independizó de Inglaterra, algo mucho peor les sucedió a los aborígenes. Se la conoce como "La Generación Perdida"; donde los niños aborígenes fueron secuestrados para nunca más ser vistos por sus familias. Esto equivalía a un genocidio para los aborígenes. El objetivo del gobierno era destruir cualquier interferencia de los aborígenes en la política "blanca".

En 1965, la población de "aborígenes puros" era de poco más de 40.000 personas. Fueron literalmente masacrados por los colonizadores y expulsados ​​de sus tierras, especialmente de las productivas. Fueron empujados hacia el norte del país, donde las temperaturas alcanzan los 50 grados centígrados en áreas muy húmedas o extremadamente secas.

En febrero de 2007, el gobierno australiano finalmente se disculpó por los "sucesivos parlamentos y gobiernos que han infligido un profundo dolor, sufrimiento y pérdida a nuestros compatriotas australianos". Sin embargo, no se ofrecieron reparaciones a los aborígenes afectados por esas prácticas.

Los aborígenes eran los habitantes nativos de Australia, que se establecieron en el continente antes de que los colonos blancos llegaran a Australia. Como otros habitantes nativos de muchos lugares, los aborígenes también sufrieron la misma suerte de disminución drástica en su número en los próximos años.

Sin embargo, estas repercusiones adversas no se debieron a represiones ni a ningún tipo de intolerancia por parte de los colonos blancos. Desde el primer momento, las intenciones de los blancos no fueron en absoluto maliciosas. Sin embargo, la visión del administrador blanco carecía de consideración, lo que podría haberles permitido comprender el atolladero que estaban atravesando los habitantes nativos a raíz de la presencia de los colonos blancos con quienes tendrían que compartir su tierra natal para siempre. o peor aún, dejarse gobernar por ellos. Cualquiera sea la razón, la raza aborigen se redujo drásticamente de 350000 en el siglo XVIII a unos 40000 en la década de 1930. Fue entonces cuando los administradores blancos mostraron su consideración y simpatía hacia los aborígenes y les inculcaron su perdida confianza en sí mismos.permitiéndoles deshacerse de la mentalidad de una minoría desfavorecida y, en lugar de ello, darse cuenta de su indudable miríada de valor interior.

Fueron sometidos a un genocidio masivo y persistente sin adulterar más allá de lo que cualquier historiador moderno podría imaginar. La evidencia apunta a que es absolutamente brutal.