Si estás realmente interesado en seducir a tu hermanastra, te recomiendo simplemente tratarla como a cualquier otra mujer a la que intentes cortejar.
Actúa bien con ella, trata de mostrar tus atributos positivos y, con suerte, ella no podrá resistirse a tu encanto.
Sin embargo, antes de comenzar a seducir a su hermanastra, es posible que desee considerar las implicaciones que esa relación podría tener en su vida familiar.
Seducir a tu hermanastra
Aunque técnicamente no hay nada de malo en tener sentimientos por tu hermanastra (no es como si estuvieras emparentada, ¿verdad?), Las consecuencias de este tipo de relación podrían provocar una gran incomodidad.
Las relaciones tienen la costumbre de no funcionar. Con una novia normal, pueden separarse y no tener que volver a verse, sin importar cuán amarga sea su separación. Una relación con una hermanastra no es tan simple.
Si estás saliendo con tu hermanastra y las cosas no funcionan, las cosas podrían complicarse mucho. Si viven juntos, lucharían por evitarla. E incluso si vivieran por separado, aún tendrían que verse en eventos como barbacoas familiares.
Además, cualquier mal sentimiento entre ustedes podría agregar tensión a la relación de sus padres.
Cómo seducir a tu hermanastra
Si ha leído la advertencia anterior y aún está convencido de que no hay nada que le gustaría más que vivir con su hermanastra, aquí hay algunas ideas para que su relación continúe:
- En primer lugar, prueba las aguas coqueteando con ella. Fíjate si responde a tu atención coqueteando.
- Pasen gradualmente más y más tiempo juntos. Cuanto más se acerquen como amigos, es más probable que ella los vea de manera positiva.
- Vayan a tomar algo juntos. Nada afloja las inhibiciones mejor que el alcohol, y aunque ella pueda encontrarte físicamente atractivo, es probable que haya algunas inhibiciones involucradas en esta relación.
- Dile a ella cómo te sientes. Si está seguro de que ella también está loca por usted, simplemente hágalo sinceramente y dígale cómo se siente. Es posible que esté nerviosa por dar el primer paso, por lo que hablar puede ayudar a romper esos límites.